Para este montaje hemos tomado lo esencial del clásico Alemán, documentado por los hermanos Grimm en 1816, enfocándolo desde el punto de vista del Juglar que lo cuenta. El Juglar es un artista itinerante que usa la palabra y la música para hacer magia sobre las personas, exactamente igual hace el flautista de la historia (el origen del cuento es del siglo XIII pero no fue hasta el siglo XVI que se añadió al cuento la figura de las Ratones).




                El Juglar embrujará al público cantando y tocando el violín, piano, flauta travesera, guitarra, charango y marimba-tubófono. Los niños y niñas, bajo el hechizo, participarán en la historia sonorizando y cantando escenas mientras que el flautista dirige su "venganza" contra los adultos que tratan de engañarle.